Sumario:
- 1. Nada a la fuerza. La libertad, don de Dios. Y por eso nuestro sistema educativo «no apela a imposiciones».
- 2. La presencia de Dios en el corazón humano. Reconocemos «el anhelo de Dios, que todo hombre lleva en lo más profundo de su ser».
- 3. La vida en Dios. Que en nosotros «asocia en una misma experiencia de vida a educadores y jóvenes».
- 4. La dulzura y amabilidad de trato. Que nos lleva a vivir «dentro de un clima de familia, de confianza y de diálogo».