Las Escuelas Salesianas de Artes y Oficios de Costa Rica no surgieron como una fundación previamente estudiada y técnicamente estructurada con personal administrativo y docente pleno, con programas y reglamentos acabados, como es propio de las fundaciones que nacen «grandes». Estas escuelas nacieron sin altivez, teniendo como modesta cuna el Hospicio de Huérfanos de Cartago.