El primer capítulo tiene carácter inspirador. La pastoral viene considerada desde una perspectiva optimista de la realidad juvenil, abierta a todas las expectativas de los jóvenes, aún las ocultas e inconscientes. Solo habitando su mundo se pueden apreciar realmente sus posibilidades. Abandonando una pastoral encerrada en sí misma, abrimos la mirada con esperanza a la óptica del más débil y del que está en mayor riesgo.